Un informe analiza el aumento en las expectativas salariales de los trabajadores argentinos en un contexto de alta inflación. En julio, por primera vez, el salario pretendido promedio superó el millón de pesos, reflejando la necesidad de los trabajadores de ajustar sus ingresos frente a la pérdida de poder adquisitivo. Sin embargo, este incremento, aunque notable, sigue estando por debajo de la inflación acumulada, que ha sido significativamente más alta.

El informe de Bumeran revela que los trabajadores solicitaron un promedio de $1.003.148 por mes en julio, lo que representa un incremento del 9,15% respecto al mes anterior. A pesar de este aumento, las remuneraciones pretendidas solo crecieron un 246,05% en términos interanuales, mientras que la inflación acumulada fue del 263,4%. Esto refleja una brecha de 17 puntos porcentuales, indicando que los salarios no han logrado mantener el ritmo inflacionario.

El análisis también destaca las diferencias en las pretensiones salariales según el nivel de seniority, con los puestos de supervisor y jefe alcanzando un promedio de $1.345.571 por mes. En términos de sectores, Ingeniería Textil, Construcción e Ingeniería Civil lideran con las pretensiones salariales más altas. En las posiciones junior, Recursos Humanos y Administración y Finanzas son las áreas con mayores demandas salariales.

Finalmente, el artículo aborda la persistente brecha de género en las pretensiones salariales, donde los hombres siguen solicitando salarios más altos que las mujeres. En julio, los hombres pidieron un promedio de $1.024.074 por mes, mientras que las mujeres solicitaron $ 957.647. La diferencia salarial según género se amplía a medida que se asciende en los niveles jerárquicos, reflejando una desigualdad persistente en el mercado laboral.